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Ejemplos de Poesía Lirica

*José de Espronceda

Débil mortal no te asuste mi oscuridad ni mi nombre; en mi seno encuentra el hombre un termino a su pesar. Yo, compasiva, te ofrezco lejos del mundo un asilo, donde a mi sombra tranquilo para siempre duerma en paz.

Isla yo soy del reposo en medio el mar de la vida, y el marinero allí volvía la tormenta que paso; allí convidan al sueño aguas puras sin murmullo, allí se duerme el arrullo de una brisa sin rumor.

Soy melancólico sauce que su ramaje doliente inclina sobre la frente que arrugara el padecer, y aduerme al hombre. y sus sienes con fresco jugo rocia mientras el ala sombría bate el olvido sobre el.

*Mariano José de Larra

¿Por que, mariposilla, volando de hoja en hoja, haciendo vas alarde ya de inconsciente y loca?

¿Por que, me di, ni imitas la abeja que industriosa el jugo de las flores constante en una goza?

Advierte que no vaga del alelí a la rosa, que una entre miles busca y una fragante sola.

Y cuando ya le elige hasta exprimirla toda, jamás voluble pasa sin disfrutarla a otra.

Si en tus cambiantes raros el sol que te colora deslumbra nuestros ojos con tintas mil vistosas;

¿Por qué avecilla leve, rehúsas voladora sola, una flor y un cáliz cubrir de orgullo y gloria?

Para el batir tus alas, para en las blancas pomas, y en el turgente seno de la que el pecho adora.

*Juan Valera

Un campo es el corazón,
un campo que tiene flores,
que se engalana con ellas
porque son sus ilusiones,
con cuyo perfume alienta,
cuyo perfume es su goce,
cuyo perfume embalsama
del corazón las regiones;
porque en el aire perdidas
las esperanzas del hombre,
son de la flor la semilla
con la que el campo cubriese.


Pero esta flor se marchita,
que está del sepulcro al borde,
porque tan sólo un momento
nos duran las ilusiones,
y el jardín se cambia en páramo
y en hojas secas las flores,
porque yermo el corazón
para siempre ya quedose

.
Porque hay un huracán en la llanura
que el viento del deseo lo formó,
que marchitó del campo la verdura
y la flor gaya de ilusión seco.
Y este huracán, que lo engendró el deseo,
es la pasión que vomitó Luzbel,
y en sus alas marchito y en trofeo
lleva el que fue del corazón vergel.
Y deja un tronco seco y deshojado
de espinas lleno, lleno de dolor,
y éste es el desengaño, que clavado
se nos queda cual dardo matador.

*Leopoldo Alas

El miedo es una potencia quimica.
Me hace temblar en un pasillo
por el que voy dichosamente a tientas
para no despertarle,
con gracioso patetismo,
abismado en mi cuerpo.

El miedo es el humor de la carne.
Por dentro es una fiebre
de pesadillas sin cuento,
un terror a la vida.
Por fuera es una broma.
Y es un prodigio haberlo perdido:
por la gracia de sentir
que soy ajeno a m? mismo.

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P.E

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